Coágulos de sangre

Las arterias llevan la sangre desde el corazón hacia todo el cuerpo, y las venas devuelven la misma sangre del cuerpo al corazón. Dentro de la pierna, generalmente hay dos zonas de venas, venas profundas y venas superficiales, que transportan la sangre por la pierna de abajo hacia arriba. Cada sistema de vena tiene válvulas de una vía que ayudan a dirigir la sangre contra la presión de la gravedad.

La sangre tiene células y propiedades que permiten la formación normal de coágulos, y esto ayuda cuando uno tiene una lesión o cirugía. El proceso de formación y disolución del coágulo es normalmente un proceso estrictamente regulado que ayuda a prevenir el sangrado excesivo en condiciones normales.

Este delicado equilibrio de producir o prevenir los coágulos de sangre puede alterarse por factores internos o externos. Tanto las venas profundas como las superficiales pueden desarrollar coágulos, y cuando se producen estos coágulos, los pacientes a menudo sienten dolor, hinchazón, pesadez o incomodidad en la pierna. Las consecuencias y el tratamiento de los coágulos de sangre en las piernas depende en gran medida de la ubicación del coágulo, los síntomas del paciente y los problemas médicos asociados.

Atención a los síntomas y el diagnóstico son las claves para un tratamiento exitoso de los coágulos venosos. El ultrasonido dúplex venoso es la prueba de diagnóstico más utilizada para evaluar las venas de las piernas, ya que no es invasivo, es muy preciso y brinda información esencial para la toma de decisiones con respecto al tratamiento.